Por primera vez desde la crisis social, política y económica de 2001, Chascomús tiene un gobierno alineado con la Nación (y la Provincia).
Si bien en la gestión de la actual pandemia no parece haber fisuras entre los partidos gobernantes de los diferentes distritos, y es frecuente la foto del Presidente Fernández con el Jefe de Gobierno Porteño Rodríguez Larreta, seguramente la sintonía entre las dirigencias de los tres niveles del Estado tenga efectos positivos para nuestro pueblo.
Respecto a estos 18 años sin concordancia entre los partidos de gobierno de los diferentes niveles, hay que decir que el comportamiento electoral de los chascomunenses ha sido desde 2001 (al menos) muy particular y en ocasiones paradójico. Un breve repaso de las elecciones posteriores a esa crisis puede brindar un panorama al respecto y acaso permite formular algunas hipótesis sobre los factores que explican los singulares resultados de los comicios.
2003. Con el sello del Frente para la Victoria (FpV) llegó a la presidencia la formula Néstor Kirchner – Daniel Scioli, en unas elecciones marcadas por la crisis de los partidos tradicionales y la aparición electoral de nuevas fuerzas, escindidas de aquellos. Así, los primeros dos puestos y el cuarto fueron ocupados por peronistas (Carlos Menem, Néstor Kirchner, Adolfo Rodríguez Saá), mientras que ex radicales quedaron tercero y quinto: Ricardo López Murphy (Recrear) y Elisa Carrió (ARI), respectivamente. En tanto, la UCR, en la última elección ejecutiva en que se presentó con ese nombre, quedó con su candidato Leopoldo Moreau en un relegado sexto puesto.
A pesar de la estrepitosa caída de la UCR, en Chascomús logró imponerse su candidata, Liliana Denot, quien se convertía así en la primera intendenta mujer del distrito. Seguía siendo la segunda fuerza el Justicialismo, mientras que aparecía electoralmente Unidad por Chascomús (UxCH), ingresando su primer concejal.
2005. En una disputa por la conducción del peronismo, en estas legislativas el presidente Kirchner y el expresidente Eduardo Duhalde pusieron a competir por la representación bonaerense en el Senado Nacional a sus esposas: Cristina Kirchner por el FpV e Hilda «Chiche» Duhalde por el Frente Justicialista, imponiéndose ampliamente la primera. El ARI se afirmaba como tercera fuerza (en Capital, segunda), relegando a la UCR y a Propuesta Republicana, que en cambio, ganaba su primera elección en CABA (con Mauricio Macri a la cabeza de la lista).
En Chascomús, siguió manteniendo su hegemonía la UCR, pero seguida de cerca por el vecinalismo de UxCH. Los candidatos locales del kirchnerismo y del duhaldismo, a pesar de que a nivel provincial se disputaban la elección, quedaron en tercer y cuarto lugar, ingresando un concejal cada uno: Marcelo Muscarello y María Travascio.
2007. Cristina Fernández por el FpV, con acompañamiento de «radicales k» como su vice Julio Cobos, y otros aliados, se impuso sobre la Coalición Cívica (en donde confluían el ARI, el socialismo y el GEN, recién escindido del radicalismo) que postulaba a Elisa Carrió; y sobre Roberto Lavagna por UNA, que congregó a radicales y duhaldistas. Detrás quedaron las propuestas de Rodríguez Saá, Pino Solanas, López Murphy, Sobich y la izquierda. Daniel Scioli (FpV) se impuso en provincia sobre Margarita Stolbizer (CC) y Ricardo Alfonsín (UNA). En tanto, en CABA logró hacerse con la Jefatura de Gobierno Mauricio Macri (PRO).
A contramano de aquellos resultados, en Chascomús se imponía una de las candidatas del Frente UNA: la radical Liliana Denot, que resultó entonces reelecta. Como era la época de pleno auge de las «listas colectoras” (esto es que un mismo frente podía tener más de un candidato para alguna categoría) el frente de Lavagna tenía también un candidato peronista, Ignacio Górriz, que quedó quinto. Del mismo modo, el kirchnerismo contaba con dos listas: una encabezada por el exintendente Norberto Fernandino y otra por la concejal María Travascio, que quedaron en tercero y cuarto lugar. Segundo quedaba nuevamente UxCH que proponía a Cipriano Pérez del Cerro. La CC, más abajo, postulaba a Adrián Redruello.
2009. UNION PRO, una alianza entre el PRO y algunos peronistas identificados con el duhaldismo, logró, tras la crisis entre el gobierno y el campo, imponerse en Provincia de Buenos Aires con sus candidatos a diputados nacionales, encabezados por Francisco De Narváez y Felipe Solá (que contaban con el apoyo del Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri). El FpV quedó segundo a pesar de que había puesto toda la carne al asador, con una nómina encabezada por Néstor Kirchner, y los «testimoniales» Scioli (era gobernador de Buenos Aires y no asumiría de diputado), Nacha Guevara (tampoco asumió) y Sergio Massa (que tampoco abandonaría su cargo de Intendente de Tigre). Tercero quedó el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) en donde confluía lo que se llamó «panradicalismo» (UCR, GEN, CC-ARI, entre otros) con Stolbizer y Ricardo Alfonsín (ahora juntos) a la cabeza.
En el nivel local el resultado fue más que llamativo: la boleta de UxCH encabezada por Javier Gastón obtuvo su primer triunfo, e ingresó tres concejales. Detrás se ubicó el oficialismo local, ahora bajo el nombre de ACyS, y luego UNION PRO; ambos ingresando 2 concejales cada uno. Y, lo más llamativo es que al PJ/FpV no le alcanzó para meter ningún concejal. Tampoco a Nuevo Encuentro, que referenciado en Martín Sabatella, hizo su debut (y despedida) electoral en esa instancia.
2011. Nuevamente bajo el sello del FpV, Cristina Fernández (ya viuda de Kirchner) obtuvo un aplastante triunfo, acompañada de Amado Boudou. En Provincia, repitió Daniel Scioli. 35 puntos porcentuales más abajo se colocó la fórmula del Frente Amplio Progresista (FAP) que postulaba a Hermes Binner y Norma Morandini; y en Provincia Margarita Stolbizer. Los radicales formaron una insólita alianza con la figurita de 2009, De Narváez, que se llamó UDESO: Ricardo Alfonsín fue por la presidencia y De Narváez por la gobernación bonaerense. Ambos quedaron en tercer lugar. Más atrás quedaron Rodríguez Saá, Duhalde, Altamira (FIT) y Carrió, que pasó del segundo puesto de 2007 a un triste 2% de los votos. Macri era reelecto Jefe de Gobierno porteño, y su partido no tuvo expresión nacional. Era la primera vez, además, que se implementaban las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
A pesar de esos resultados nacionales y provinciales, en el orden local se impuso la UDESO, permitiendo al exintendente radical Juan Alberto Gobbi regresar al palacio municipal. En segundo lugar, quedó el kirchnerismo encabezado por Domingo Petite Francese (quien venció en las PASO a otros dos candidatos), y en tercero UxCH que proponía a Javier Gastón. La representante del FAP Ana de Otazúa quedó relegada a un cuarto lugar y no obtuvo representantes en el HCD. De manera que, recién luego de 8 años de gobiernos kirchneristas, y con el arrastre de la arrolladora reelección de Cristina, el FpV logró posicionarse como segunda fuerza en este bastión radical, y relegar así al vecinalismo.
2013. Estas legislativas estuvieron protagonizadas en Provincia de Buenos Aires por dos jóvenes intendentes con grandes aspiraciones: Sergio Massa, quien recién salido del kirchnerismo formó el Frente Renovador (FR), y Martín Insaurralde por el FpV, ocupando el primer y segundo puesto, respectivamente. Stolbizer y Alfonsín, juntos de vuelta en el Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), quedaron terceros. Este frente tuvo su correlato en CABA, donde se conformó UNEN, con el panradicalismo más sectores progresistas como los referenciados en Pino Solanas y Victoria Donda.
En Chascomús el podio lo encabezó esta vez la lista del FpV encabezada por Gabriel Macchi, quien luego de vencer en las PASO a sus contrincantes internos, obtuvo el primer triunfo para el kirchnerismo local, paradójicamente cuando esa fuerza daba señales de agotamiento a nivel nacional.
Detrás de Macchi se ubicó el FPCyS, cuya lista de concejales la encabezaba José Maffeo, luego también de una competencia interna en las PASO.
Tercero quedó UxCh que tenía como primer candidato a Pablo Francese. Y detrás, empujados por Massa, los representantes locales del FR María Travascio y Martín Torres.
Si bien los puestos siempre importan, lo cierto es que la elección fue tan pareja que le correspondieron dos concejales a cada una de estas cuatro fuerzas.
2015. La ola amarilla de Cambiemos logró imponer en la Presidencia a Mauricio Macri y en la gobernación bonaerense a quien fuera su última vicejefa de gobierno en la Ciudad: María Eugenia Vidal. El FpV secundó (en realidad, en Nación primereó en las generales pero cayó en el balotaje) y el massismo quedó tercero, mientras Progresistas (que proponía como presidenta a Stolbizer) quedó en un relegado cuarto puesto.
A contramano de estos resultados, en Chascomús se impuso el candidato Javier Gastón, referente de UxCH, pero esta vez con un acuerdo con el massismo, que incluyó una interna en las PASO contra los precandidatos Martín Torres y José Ignacio Ochoa.
A pesar de haber sido el más votado en las PASO, el candidato del FpV Gabriel Macchi quedó segundo en las generales, y por primera vez desde el retorno de la democracia el representante de la UCR Gustavo López (ahora en Cambiemos, que arrasaba en otros niveles) quedó en un tercer puesto. Progresistas, que postulaba aquí a Leonardo Moyano (luego de la escandalosa deserción del original candidato Miguel Pericles Alfonsín) quedó, igual que en Nación, en cuarto lugar.
2017. Con Cambiemos en pleno apogeo y la figura de Vidal imparable, las legislativas que encabezó Esteban Bullrich para el Senado Nacional por Buenos Aires, enfrentando nada menos que a Cristina Fernández (que inauguraba el sello de Unidad Ciudadana), se polarizaron entre estos dos sectores. Más atrás quedó la fórmula de 1País, en la que confluyeron Massa y Stolbizer; y más relegado aún el PJ de Florencio Randazzo.
Esta vez, Chascomús no fue ajeno al escenario provincial y nacional, y se impuso ampliamente Cambiemos en todos los niveles. Desde los tiempos de la Alianza que no coincidían los resultados nacionales con los locales (no menciono en este caso a la Provincia porque el PJ había mantenido, ajustadamente, la gobernación en época de avance aliancista).
Aquí, la lista de concejales encabezada por Ramiro Ferrante (referente del PRO con una nómina que incluía a sectores del radicalismo) se impuso ampliamente, luego de haber vencido en las PASO al alfonsinista Santiago Dos Santos. Atrás quedaron Unidad Ciudadana y el oficialismo local (ahora como Frente 1País). Ambas fuerzas, que repitieron sus cabezas de lista de 2013 (Gabriel Macchi y Pablo Francese, respectivamente) lograron ingresar concejales. No así el randazzismo.
2019. En medio de una gran recesión económica, Cambiemos (ahora Juntos por el Cambio) con la fórmula Macri-Pichetto, tropezó contra la unidad del peronismo y de gran parte del progresismo, expresada en el tándem Fernández-Fernández del Frente de Todos, que logró sumar al massismo.
Detrás de Massa, el intendente Javier Gastón que iba por la reelección, se incorporó a este frente, y, tal como los candidatos a gobernador (Axel Kicillof) y a presidente (Alberto Fernández), obtuvo un aplastante triunfo. Así se coartaron las aspiraciones reeleccionistas de Macri y de Vidal, y la ilusión del radicalismo local de volver al poder de la mano de Santiago Dos Santos, luego de la histórica victoria que obtuvieran en 2017 con la boleta de Cambiemos. Si bien, como ya había sucedido en 2017, Chascomús volvía de esta forma a estar en sintonía con la Provincia y la Nación, lo cierto es que este resultado no careció de paradojas. Porque es cierto que se impuso para intendente Gastón por el FdT, con más del 60% de los votos; pero para gobernador y presidente, los chascomunenses eligieron mayormente a Vidal y Macri.
Este particular comportamiento electoral debe entenderse teniendo en cuenta varios factores.
En primer lugar, el rol de la UCR. Si bien como puede verse, después de la crisis de 2001 el radicalismo a nivel nacional no fue una fuerza competitiva, y debió ser socio menor de otros partidos, lo cierto es que en muchas localidades del país su estructura partidaria, sus tradiciones e identidades, siguieron pisando fuerte. Más aún en el caso de Chascomús, con una larga tradición radical reforzada luego de la llegada a la presidencia de la Nación de un radical chascomunense (huelga decirlo: Raúl Alfonsín). Esto explica, en parte, que sus candidatos locales se hayan impuesto reiteradamente en el período, aún cuando el kirchnerismo era imparable.
También hay que considerar la propia forma de construcción de poder del kirchnerismo: preocupado por fortalecerse a nivel nacional (recordemos que Néstor Kirchner accedió a la presidencia con poco más del 22% de los votos), el FpV alentó todas las expresiones locales que lo apoyaran, tal el caso de las célebres «colectoras». Sin dudas esta estrategia le fue efectiva al movimiento nacional, pero en el orden local la existencia de más de un candidato K dispersaba el voto de los identificados con el modelo, llegando a casos extremos como el de 2009, ocasión en la que no ingresó ningún concejal kirchnerista.
En tales circunstancias, el papel opositor al oficialismo radical lo asumió la bancada opositora más numerosa: UxCH, que con “boleta corta” promovió desde sus inicios el corte de la lista sábana, lo cual se constituyó a la postre en una práctica extendida (y decisiva) en el electorado chascomunense. Esta fuerza vecinalista fue depositaria del voto castigo en algunas legislativas, aunque caía en las ejecutivas, quizás porque al carecer de referentes nacionales no generaba suficiente confianza entre los vecinos. Su cambio de estrategia en ese sentido acaso determinó sus triunfos de 2015 y 2019, aunque en ambas ocasiones Gastón haya superado ampliamente la cantidad de votos que obtuvieron sus referentes nacionales y provinciales.
Por Lucio Alfonsín, Profesor de Historia.