Las reconversiones, tanto de recursos humanos como de espacios edilicios, caracterizaron esta pandemia. Tecnópolis, por ejemplo, dejó de lado su carácter científico y cultural para ser una “ciudad sanitaria” con capacidad para 2500 enfermos leves. Chascomús no fue la excepción, empleados municipales reubicados y transportistas de alumnos ahora distribuidores de alimentos, todo sea para efectivizar las denominadas tareas esenciales. Entre las instituciones pueden mencionarse el ISFA (Instituto Superior de Formación Artística), que le cedió las instalaciones a hemoterapia para disminuir el riesgo de contagio en el hospital local, o bien, el Hotel Howard Johnson, quizá el caso más significativo por pertenecer al sector privado, que transformó su estructura y servicio de hospedaje ejecutivo en centro de aislamiento.

“Sin pedir nada a cambio nos pusimos a disposición de la Municipalidad para que utilice el primer piso del ala oeste. El sector tiene entrada y salida independiente, está totalmente aislado. Pagan el porcentaje de energía eléctrica, de gas envasado y el mantenimiento preventivo o correctivo del lugar. Nosotros nos quedamos con el restaurante y el ala colonial como hotel para personal esencial”, expresó Gustavo Paganini, gerente general desde enero del Howard Johnson Resort & Center Convention Chascomus. “Sería malicioso, no podemos decir que estamos a disposición y pretender hacer un usufructo”, agregó el bonaerense de Punta Alta, “tucumano por adopción”, que vino a esta ciudad a replicar su anterior experiencia en el hotel de la cadena en Yerba Buena, provincia de Tucumán.

Paganini, experto en “armar equipos de trabajo y motivar” pretende imitar su tarea en el norte del país y darle al hotel de Chascomús “una gestión sustentable”. En ese sentido, “además de cuidar la historia y el paisaje, implica entender el hotel como un lugar semipúblico, es decir, la empresa y el personal es privado, pero quien quiera puede recorrerlo o tomarse una gaseosa. Hotelería es hospitalidad”, afirmó. Con estas premisas y en un contexto de pandemia se firmó el convenio con el municipio, “venimos a estar al servicio de la comunidad y ayudar, no es solo dar empleo”, destacó.

En busca de tierra firme

Singular año para el turismo. Junto con cultura es la actividad más afectada por la pandemia y, a más de seis meses de oficializado el aislamiento, no tiene certeza respecto de la reapertura. A propósito, el encargado manifestó que “teníamos objetivos importantes de marzo en adelante, la vara estaba muy alta” y agregó que “en abril y mayo empezamos con preventa, estadías abiertas para el año que viene, pero seguimos sin cumplir objetivos. En junio empezó el delivery y el resultado fue empate, se mantuvo activo parte del equipo y del salón, pero sin ganancias”.

El staff actual incluye 28 empleados y prevé multiplicarse cuando el hotel funcione normal, “con propuestas municipales como el programa jóvenes, o el de inserción laboral, completaríamos el organigrama, cuya condición es que no haya personal no registrado o en negro”, destacó. Con el aporte extraordinario de los socios del fideicomiso, la preventa con fechas abiertas, la reducción de gastos energéticos y la ayuda gubernamental a través del ATP, “el monstruo de 9000 metros cuadrados”, como lo definió Paganini, pudo cubrir gastos y proyectar las obras de mantenimiento preventivo.

En otro pasaje de la charla con ANTI, el gerente general informó que “con el área de seguridad e higiene y la obra social Galeno terminamos de definir los protocolos para el cuidado de nuestros recursos humanos” y afirmó que “la reapertura significa inversión y nuevas prácticas. Estamos haciendo capacitaciones virtuales respecto de cómo se toma la fiebre, la forma de la reserva, el ingreso del huésped, el desayuno, la limpieza y, sobre todo, qué hacer en caso de covid positivo”.

Habemus temporada

Autoridades provinciales garantizaron públicamente que habrá temporada de verano y Gustavo Paganini fue optimista al respecto: “la información que tengo de nuestra cadena, de las agencias y los vendedores mayoristas, es que Chascomús, por su ocupación geográfica, será uno de los puntos elegidos en la primera etapa de la pospandemia, incluso antes que la Costa o la provincia de Córdoba”.

En ese sentido, destacó que “hay que estar muy preparados, la vara tiene que estar bien alta y el servicio debe ser perfecto, el panorama es alentador”. La inversión para la reapertura incluye cartelería, máquinas sanitizantes, dispenser, entre otros elementos, “debe garantizarse un hotel seguro, es imposible detener al covid, pero anhelamos y necesitamos la vuelta del huésped”, afirmó.

Por ultimo, Paganini concluyó que “uno de los principales intereses es el de mantener la buena imagen en caso de haber contagios. Que el huésped pueda tener una buena experiencia a pesar de la mala noticia, porque sabemos que es una situación factible, pasó en EEUU y Europa. Hay que esperar la aprobación del gobierno y hacer las cosas muy bien”.