Ya están en imprenta 3000 ejemplares. Participan 30 artistas y comunicadores con el apoyo de más de 40 empresas. Cómo es trabajar de forma colectiva, en clave de economía solidaria y en pandemia. Emprender para resistir.

 

Cuando el Calendario llegó, fue para quedarse. Nadie entiende muy bien cómo algunas ideas en borrador tomaron tan rápidamente forma y generaron esta ola de participación que sigue creciendo y contagiando. Pero a los CHARCO (Chascomús Red de Comunicadores) se sumaron los TICCH (Trabajadores de la Cultura Chascomús) y detrás de ellos una larga fila de personas, empresas y entidades que dijeron sí a la producción cultural, sí a defender el arte local y sí a generar comunidad, identidad, soporte mutuo.

 

Cada año se elegirá un concepto para trabajar la producción del Calendario. En 2021 será “La Cultura como transformación” y así lo definen algunos de los artistas participantes.

“El arte es transformador porque cuestiona y rompe estructuras, pero también porque vincula y crea posibilidades, pertenencias y nuevas dimensiones de sentido” dice Flora Valdez, quien además de diseñar e ilustrar uno de los meses de calendario estuvo a cargo de la coordinación con los artistas.

 

Ruptura como dice Flora y, a su vez, unión y articulación como lo describe Rafa Aldatz en sus definiciones sobre el lei motiv de este año “La cultura como poder de transformación personal para así resonar junto a otres”.

 

Se trata de “Problematizar y articular la cultura para construir en conjunto” reflexionan los artistas de Cíclope e introducen el concepto de construcción que también aparece en las palabras de Male Ehul “La cultura abre cabezas, pero también construye y transforma. La cultura es propulsora y es fin.”

 

El Calendario se vendió antes de existir. En la preventa fue adquirido con una confianza ciega como producto cultural en una dinámica entre producción y consumo que adquiere un significado muy diferente a la lógica del mercado. Dice Lucía Abello “La cultura es una herramienta para expresarnos. Es transformadora tanto para el que la realiza como para el que la consume” y agrega Cristian Tupone en este sentido “La cultura moviliza y transforma siempre para bien, cualquiera sea la condición social del individuo que la ejerce. Interpela y genera reflexión tanto al que la crea como al que la consume”.

 

Hay entonces una transformación personal que es a su vez una poderosa herramienta de transformación social. Expresa Lucia Auld: “Pienso que la cultura es el motor de la transformación, sobre todo social, es una de las herramientas que ayuda a entendernos y definirnos”. «La cultura es el medio por el cual alcanzamos una transformación social constante, integrando la diversidad y actualizando de manera permanente el reflejo de la realidad.» agrega Emilia Emme, otra de las artistas de este proyecto.

 

¿Cómo saber qué piensa una sociedad en un momento dado? El arte siempre ha sido un espacio donde se pueden “leer” delicadas pistas sobre el pensamiento desde un lugar y en un momento dado. Arte que denuncia, retrata, interpreta, interpela. Arte que no es otra cosa que la expresión voluntaria de un artista y su contexto. Arte puntapié para iniciar un diálogo.

 

El Calendario parece tejer un puente más de este diálogo precioso que no es otra cosa que la expresión de un sentir y un entendimiento. En esta dirección lo describe Silvana Lopez “Es expresión social transformadora manifestante de sus sentires”. O según Guille Tieri “La cultura como centro de las transformaciones sociales, de todas, porque lo que transforma una sociedad es precisamente su manera de entenderse a sí misma, de definir sus prioridades y sus valores, de convivir, en las diferencias, similitudes y de adaptarse a lo que nos rodea”. 

 

El Calendario Solidario se encuentra en taller de impresión en este momento y es un sueño que se concreta, una idea que se hace acción, una oportunidad como reflexiona Lorena Barbosa de Che!Pampa “Es la oportunidad que te brinda el arte para ampliar el universo cultural de la gente. Y ampliar el universo cultural te permite expresarte, pensar, soñar”.

 

Al cierre de esta nota, el artista Rotundo nos acerca con sus palabras a la noción del tiempo, gran materia de este proyecto, y en su definición de la cultura como transformación dice “Es la capacidad de poder comunicarnos atemporalmente y a con otres sin palabras”. 

 

Y ésta es en algún punto la pretensión última de este Calendario Solidario. Que es un calendario que no sea sólo para contar los días. Es una oportunidad de hacer del tiempo un mojón, una declaración, un pedacito de nosotros en papel, de lo que sentimos, de lo que pensamos, de Chascomús y sus días sencillos de pueblo aún, de lo que somos y de los días mejores que están por venir.