Se trata de una aplicación llamada Capp, generada por tres jóvenes de Bahía Blanca con el objeto calcular cuántos materiales se necesitan para una obra, a qué precio y dónde encontrarlos.
Mientras parece que activa la construcción, sobre todo a partir de la reaparición de los créditos Procrear, la virtualidad gana la escena para darle una mano a la realidad a través de una herramienta para la construcción.
En este caso, la ayuda llega desde Bahía Blanca, donde tres jóvenes generaron una aplicación denominada Capp que tiene como objeto calcular cuánto cuesta hacer una casa.
La herramienta en 2015 y es la primera comunidad colaborativa de la construcción con la que se puede establecer cuántos materiales se necesitan para una obra, a qué precio y dónde encontrarlos. Además, permite comprar, vender y gestionar lo necesario para edificar de manera on line desde un celular o una PC.
El emprendimiento, que en un principio recibió el apoyo de la Secretaría de Innovación del municipio de Bahía Blanca, ciudad donde tiene su base de operaciones, fue atravesando etapas y consolidándose con más herramientas y funcionalidades.
En el último período, la firma experimentó un crecimiento exponencial y a la fecha tiene 83.000 usuarios registrados, divididos en tres grandes grupos: profesionales y constructores; usuarios finales, y corralones o comercios. Ese número llegó a 30.000 en noviembre del año pasado.
«Apenas creamos la aplicación, la subimos gratis a play store para compartirla con amigos y conocidos, y explotó. Empezaron a bajarla de a cientos, obviamente gente que no conocíamos y tuvimos un feedback increíble, con comentarios elogiosos y sugerencias», expresó Francisco Braña, CEO de Capp, quien lleva adelante este proyecto junto a Leonardo y Julio Quel.
La aplicación permite calcular, en forma sencilla y funcional, las cantidades de material estrictamente necesarias para construir una casa o edificio y los costos que la compra de ellos supone en función de los precios promedio de los corralones disponibles en la app.
Es para destacar que si el corralón con el que alguien prefiere trabajar no está en la aplicación, el usuario puede cargar los precios de su proveedor de confianza y hacer el cálculo de manera personalizada.
«Esto nos sucede mayormente en algunos países de la región, donde ya tenemos muchas descargas pero aún no contamos con corralones; en ese caso los profesionales, nuestros principales usuarios en, por ejemplo, México y Brasil, cargan ellos fácilmente sus referencias de precios o directamente se limitan a usar nuestra herramienta de cálculo para obtener las cantidades», explicó Braña.
Vale remarcar que la compañía también tiene previsto lanzarse a una nueva captura de inversiones y aspira, hacia fin de este año, llegar a tener al menos tres corralones por región en el país.
Herramientas de la app
La herramienta de «cálculo y cotización» es uno de los aspectos más apreciados por los profesionales y por los usuarios en general. Permite planificar la obra sobre la base de certezas, ir regulando el presupuesto paso a paso y salir al mercado a obtener cotizaciones con una referencia.
Su uso es muy sencillo y sólo demanda del usuario una operación fácil y amigable, de carga en, por ejemplo, metros cuadrados de lo que quiere construir (un muro, por ejemplo; una losa, una habitación completa, una casa) y el tipo de material que piensa utilizarse. La respuesta será una estimación de cantidad de material y su precio, en tiempo real.
«Proyectar un edificio de nueve pisos puede tardar, entre cálculos y presupuesto, entre 13 y 15 días si se lo encarga a un estudio, mientras que con esta aplicación puede hacerse en tres días», destaca la firma.
La información sobre la base de la cual se proyecta el presupuesto surgirá de la base de datos de los corralones que están en la app. Los corralones tienen, a su vez, un sistema de carga sencillo para volcar la información de su oferta, pese a que un comercio mediano de esas características puede manejar hasta 15 mil ítemes.
Simplemente tienen que elegir, mediante clics, qué es lo que tienen para ofrecer dentro de la «librería» preparada por Capp, que dispone de más de 15 mil ítemes ya cargados, a lo que el comercio tiene que agregar precio y stock.
Además, el sistema genera un código de identificación para cada ítem, que carga el corralón, que les permite luego una actualización automática de precio y stock.
Capp ofrece, además, a cada comercio un ranking actualizado con los cien productos que representan 80% de lo que se vende en el mercado. De esta manera, el comercio y hasta las marcas pueden orientar su exposición de productos en función de un criterio basado en datos objetivos, actualizados en tiempo real, lo que permite también tener una base racional para planificar las inversiones y gerenciar el stock.
También permite calcular el costo de la mano de obra porque tiene cargado el valor hora por categoría de las convenciones colectivas de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra).
En cuanto a costos, la aplicación no cobra por asociarse sino que obtiene una comisión variable de 5% por cada venta realizada a través del marketplace, el primero del mercado 100% dedicado a materiales de construcción.
Además de profesionales, usuarios finales y corralones, el proyecto tiene un cuarto apoyo en torno a la cual se amplía la dimensión colaborativa, otro de sus diferenciales: las marcas, es decir las empresas que fabrican los productos que los corralones venden en el marketplace de Capp.
«Estamos trabajando con las marcas para que la visualización de sus productos sea excelente, para que las descripciones de lo que venden estén actualizadas y que sus proveedores mejoren su estrategia digital, todo esto en un contexto en el que la industria de la construcción en el país, en particular su faz de comercialización, exhibe un importante atraso en innovación y digitalización. Las marcas están, en este sentido, trabajando con nosotros no sólo en cuanto a la forma en que exhiben sus productos en la librería sino en que también les acerquen a los corralones y su red de distribuidores la propuesta de aparecer no sólo en el marketplace sino también con una tienda propia», detalló Braña.
«Nosotros somos para la marca una herramienta para mejorar las ventas a sus distribuidores, y ellos son para nosotros una red inmensa a la cual queremos llegar. Somos socios estratégicos con las marcas. Tenemos, así, colaboración con las marcas, entre ellas y sus distribuidores y entre los corralones y los constructores y entre los corralones y los profesionales y los usuarios finales, particulares que se lanzan a la aventura de construir», finalizó.
Fuente: IProUp