El Polo Productivo Ambiental está en “etapa de validación”, como definió Ricardo Miccino, director de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a la instancia que incluye reuniones con diferentes actores políticos y sociales para difundir y alcanzar consensos respecto del proyecto. En ese contexto, la Cooperativa Duilio en la vecina localidad de Lezama, surge como una de las organizaciones modelo en la materia del tratamiento de residuos, empeñada hace 12 años en eliminar el basurero a cielo abierto y con una estructura que permitió realizar una gestión integral de la basura, pero también diversificarse hacia otras actividades: herrería y metalurgia; aserradero, maderera y mueblería. El Presidente Julio “Kike” Rojas realizó una semblanza de la cooperativa y en referencia al polo sustentable consideró que “la separación en origen será la clave del éxito”.

La conformación de la Cooperativa de Trabajo Paraje Duilio podría formar parte de un documental de cualquier plataforma de streaming. El hombre que abandona el sur del Gran Buenos Aires fastidiado por los robos consecutivos y se instala en una localidad del interior bonaerense en busca de tranquilidad y de hacer lo que mejor sabe, emprender. Después de algunas malas decisiones comerciales, Julio Rojas, “Kike” para todos en la comunidad, decidió buscarle la vuelta a la prepotencia del dinero y del gran empresario y trabajar en un ámbito sin competencia, se acercó entonces al basurero y empezó esta historia.

«Comenzamos juntándonos y conversando con la gente que estaba en el basural. Había 20 familias en el lugar y otras 4 o 5 que cirujeaban en el pueblo. Con mi hijo mayor pensamos un proyecto de separación de residuos que le dejara algo a la sociedad. Les ofrecimos una plata diaria y que vendiéramos todo junto a fin de mes, nosotros nos encargaríamos de conseguir buenos compradores. Se generó un sistema de reparto equitativo, pero nos llevó 4 o 5 años organizarnos como cooperativa”, contó “Kike” en el comienzo del diálogo con ANTI.

Se hicieron de un galpón, empezaron a trabajar de manera prolija, cómoda y limpia; se aseguraron un sueldo digno, horarios ordenados –antes estaban en el basural de 8 a 22– y generaron buenas condiciones laborales. Surgieron entonces otras inquietudes, “notamos que la mayoría no quería trabajar en la basura y decidimos hacer una asamblea: quien trajera proyectos e ideas la cooperativa se encargaría de gestionar beneficios y créditos”, informó el referente.

De esa manera germinaron iniciativas de toda índole que fueron acompañadas por la cooperativa: alambrador, carpintería, albañilería, herrería, corte de pasto, mantenimiento de espacios rurales, fábrica de cemento, agroecología, entre otras. “En estas organizaciones se paga el sueldo y se reparten los excedentes, menos el 20 por ciento que se reinvierte. En un primer momento definimos invertir todo en herramientas, ser competitivos, en Lezama saben que si necesitan algo pueden recurrir a la cooperativa”, agregó Julio.

Asimismo, dijo que “es importante la constante diversificación. Recién terminamos de sembrar 68 hectáreas de cultivo en un campo vecino, encaramos nuestra propia fábrica de fertilizantes, tratamos suelos, con el INTA proyectamos la elaboración de invernáculos y con la Universidad Arturo Jauretche estamos cerrando un acuerdo para la construcción de viviendas con impresoras 3D”.

Los orígenes de esta variopinta actividad fue el tratamiento de la basura, pero “no funciona separando y vendiendo residuos” aclaró “Kike”, “es necesario una economía circular, dar valor agregado e ir generando trabajos que acompañen esta actividad. En la actualidad 23 familias trabajan y viven de la cooperativa, debe verse como una PyME, competitiva en el mercado” estimó.

Tips para un polo ambiental sustentable y exitoso

Con 56 años y 6 hijos el presidente de la Cooperativa Duilio afirmó que “no es la plata lo que motiva esto, sino que los que vengan atrás entiendan que hay que hacer algo”. Militante peronista, mantiene una relación ambivalente con el Estado, “de los cinco municipios que conformarán el consorcio del polo productivo Lezama es el único que no invierte en separación de residuos, nunca nos pagaron por esta actividad, pero siempre crecimos”.

La Cooperativa realiza una recolección domiciliaria, cuenta con puntos limpios, hace campañas en cada comercio del pueblo y en la zona rural. En la actualidad idearon una logística interesante: “Se asocia al vecino por 100 pesos, se le reparten bolsas verdes numeradas y de esa forma se controla cómo reciclan, si lo hacen mal se les llama la atención. Se ofrece, junto con la cuota, descuentos en los productos que ofrece la cooperativa, ya sea madera, verdura o pescado. Hay 200 familias separando a conciencia, sin problemas, se puede y es la clave del éxito de cualquier proyecto político que quiera erradicar la basura”.

“Nuestra idea es hacer las cosas cada día mejor, queremos ser parte de la sociedad que separa y cuida el ambiente”, explicó y agregó que “no existe en el mundo experiencia de este tipo que no comience con la separación en origen. Si los municipios que van a formar parte de este consorcio no trabajan a conciencia en este tema, se corre el riesgo que el polo sustentable no de abasto con el procesamiento de la basura. Lezama lo hace y sin la presencia del Estado”.

El parque automotor de la cooperativa “Kike” lo calcula en 30 millones de pesos y se compone de 4 camiones, 6 camionetas y 4 autoelevadores, “además de las herramientas, tenemos una estructura enorme y todo salió de la basura, con un buen plan de negocios que nos permite incluso estar certificados por la OPDS como destino sustentable”, opinó.

Por último, expuso que “la cooperativa surgió por necesidad y después nos enamoramos. Creo que es replicable, quizá en Chascomús debieran hacerse pruebas piloto por barrio y asociar a los vecinos, hay que ver la disposición. En Lezama no hay tantas necesidades, está más o menos acomodada”. Separación en origen es la conclusión que deriva de la experiencia Duilio; funcionarios y vecinos de Chascomús, Lezama, General Paz, Pila y Castelli deben comprender que sin esta metodología no hay Polo Productivo Ambiental posible.