A principios de 2016, cinco años atrás, Leo Olivera recorrió Sudamérica en una bici vieja, pedaleando 445 horas durante 76 días para unir Chascomús y Montañitas (Ecuador), pasando por Bolivia y Perú, lo que equivale casi a dos Tour de France (6580 kilómetros). Ahora, ya diseñador industrial con taller propio en La Plata, Motoneta encontró una excusa laboral para seguir despuntando el vicio de andar y conocer, experiencia que también tuvo sin su rodado blanco que descansa en la ciudad de la laguna, a la espera de otra aventura.

Cinco años atrás, a principios de 2016, un chascomunense, por entonces de 23 años y cerca de recibirse de diseñador industrial, llevó adelante una travesía singular, sencillamente una locura, uniendo su ciudad natal y Montañitas, Ecuador, en una Musetta.

“Si volviera a nacer, haría lo mismo y en la misma bici; pero hoy tengo en mente otra locura, que por el momento se me pasó, siempre arriba de la Musetta”, comentó Leo Olivera, desde Rosario, donde se encuentra circunstancialmente, en charla dominical con ANTI.

Vale recordar que en aquella oportunidad, el ex futbolista de la LCHF recorrió Argentina, Bolivia, Perú y Ecuador en una bicicleta vieja.  Fueron 6580 kilómetros (casi dos Tour de France) durante 76 días (445 horas pedaleando) en aventura que duró 86 jornadas (estuvo 5 días en Montañitas y tardó otros tantos en volver en colectivo) con tan solo $10.000 pesos argentinos.

En ese andar, motivado por un desafío y las ganas de viajar de una manera poco convencional, el chascomunense durmió en comisarías, bomberos, iglesias, en el medio de la ruta, estaciones de servicios y  hasta bebederos en casas abandonadas. Sólo se hospedó 3 veces en hosteles.

“La Musetta la tengo en Chasco, casi no la uso, salvo cuando me pinta pegar una vuelta, pero de hacer otro viaje, será en ella”, aseguró Motoneta, que en su momento supo usar este rodado de mujer para unir La Plata y Chascomús mientras estudiaba o bien hacer una primera locura yendo hasta San Juan.

Bicis en Chasco y seguir viajando
Experto en el arte de movilizarse en dos ruedas, en ruta y en zonas urbanas, Leo opinó: “Acá en Rosario, como en Buenos Aires, está el sistema de bicis, pero es muy burocrático, mucho quilombo. Estaría bueno que se aplique, de otra manera, en Chascomús, que es un lugar tranquilo y que se puede recorrer fácilmente de esta manera”.

Luego, continuando su exposición, Olivera añadió: “Sería ideal para el turista y para el vecino. Esto se ve mucho en las grandes ciudades, no sé por qué no se aplica en lugares más chicos, debe ser por un tema infraestructura y costos. Estaría muy bueno que se pueda hacer en Chascomús”.

Ahora, con una excusa laboral, el diseñador industrial, que supo estar 8 meses mochileando por Latinoamérica, ya está planificando volver a viajar: “Me dedico a hacer herramientas no convencionales, como tornos para alfarería o afiladoras para cuchillería, y por este trabajo tengo que irme a México, mientras que ya me contactaron de Santiago de Chile y Bogotá”.

Finalmente, este personaje de la laguna informó que “estoy instalado en La Plata, tengo el taller, donde hago desarrollo y una vez que funciona, los operarios se encargan de la producción, ya no me necesitan y puedo viajar.  Mi emprendimiento se llama Feizer, es una pronunciación rara del verbo fazer, que en portugués, origen de mi apellido, significa hacer, crear, producir…”