Por Pablo Fourquet
“Llamalo que te atiende; hacelo a la tardecita, porque duerme la siesta”, fue uno de los últimos mensajes con el gordo Mariano, buscando la palabra de uno de los dos ex intendentes peronistas que tuvo Chascomús, su papá…
En aquella oportunidad, siendo el objeto solicitarle su visión respecto de los festejos virtuales del Día de la Lealtad, Tata, como bien me dijo Mariano, atendió el celular y dejó una frase tras otra, todos títulos en caso de haberse tratado de una entrevista personal, pero no era la razón de la llamada, aunque debería haberlo sido, quizás unos meses antes…
Es que justamente, por principios de junio, también en ANTI, recordamos los 25 años de su triunfo en la ciudad del ex presidente Raúl Alfonsín, aunque en este caso no lo hicimos hablando con Fernandino. El foco lo pusimos en su jefe de campaña, Fernando Tesón, del cual poco se conocía hasta esa serie de notas…
De esta manera, casi por una necesidad en pandemia y cuarentena de generar la agencia, fue que miré a Tata como político y no como el papá de mis amigos, del gordo y Juani, de Analía, la familia formada con la Loca Mary, a quien todavía no pudimos saludar, pero por la que, nosotros, sus amigos, preguntamos inmediatamente…
Es que el andar público de Fernandino lo vivimos, en gran parte, desde su casa, desde la casa que nos recibió en cada mateada, charla, asado, fiesta y resaca, con Mary siendo una más y nosotros el terror de Guada, sobre todo uno de nosotros, que no mandaré al frente, pero también tiene apellido ligado a la política…
Desde ese lugar, hasta que maduramos (supuestamente), algunos llegaron a ser tapa de diario al encajarse en plena laguna con el auto del intendente, con foto tomada por uno de los protagonistas del incidente, el amigo de Guada justamente…
Otros, o por lo menos en mi caso, evidenciamos los dotes al volante del más “peroncho” de los hermanos, que ofició de copiloto de Rubito en el auto con más lastre natural de todo el Turismo Carretera de los 90 y seguramente en su historia…
Todos, con asistencia perfecta, disfrutamos de Tequila, el calabozo y la impunidad de ser los amigos de los dueños, o de parte de ellos, detalle no menor en la sociedad, no tanto para nosotros…
Y como fuimos testigos de ello, también vimos los efectos colaterales de la política, las consecuencias de las acciones propias y extrañas, con marcas que quizás hoy perduran, al punto que el más Tata de los chicos, Juani, se formó fuera de Chasco durante mucho tiempo, sin involucrarse más que con sus ideas; mientras que Mariano, la versión masculina de Mary, también se alejó de la laguna, para finalmente ser parte del barro, pero sin exponerse…
Con analistas políticos en cada esquina y bar de la ciudad, el Fernandino público quedará para la ocasión que corresponda, pero el intendente peronista de pueblo radical papá de mis amigos, de nuestros amigos, quizás pueda recordarse de esta manera, con lo vivido con los suyos, que hoy son ni más ni menos que su legado, su familia, como muchas otras de esta tierra de laguna y atardeceres, de recuerdos y olvidos, de costumbres e hipocresía, de todo un poco…