El “inédito y excepcional” ciclo lectivo, como lo definió María del Carmen Giribaldi, Inspectora Jefa Regional de DIEGEP (Dirección de Educación de Gestión Privada), determinó nuevas formas pedagógicas y desafíos en materia económica, ya sea para alcanzar solvencia institucional como para garantizar matrícula, sin desatender la realidad socioeconómica de las familias. En ese contexto, que incluyó actos de colación con capacidad limitada y medidas sanitarias, la funcionaria realizó un análisis, en el cual valoró la tarea docente y destacó la injerencia del Estado provincial.

“Desde el comienzo de este año particular tuvimos una serie de irrenunciables: la continuidad pedagógica, a través del formato papel y de la virtualidad; el SAE (Servicio Alimentario Escolar), que se universalizó, incluso dando respuesta a estudiantes de escuelas de gestión privada; y el cuidado y la atención sobre la posible vulneración de derechos de niños y niñas, a través de la incorporación de distintos programas”, expresó la Jefa de DIEGEP, región que incluye los distritos de Chascomús, Belgrano, General Paz, Monte, Pila, Lezama y Rauch.

En ese sentido, agregó que “los docentes tuvieron la capacidad de reinventarse y aprender todo lo que necesitaban para seguir haciendo escuela junto a sus estudiantes. Se cerró un edificio para priorizar la vida de cada uno de nosotros, pero la enseñanza continuó”. Además, consideró que “no tuvimos familias desconectadas, se sostuvo un vínculo amoroso, siempre pendientes de cada una de las situaciones. Incluso a través de comunicación telefónica y de la visita de docentes o de equipos directivos a los hogares de estudiantes con vinculación débil o desvinculación pedagógica”.

Entre las estrategias que la profesora de Geografía destacó como garantes de la continuidad pedagógica estuvo “la posibilidad de tener material impreso para aquellos estudiantes sin conectividad”, así como la creación de los EFTE (Equipos Focales Territoriales para la Emergencia), “formados por trabajadores sociales y orientadores educacionales, responsables de articular con la escuela, realizar visitas y trabajar en conjunto para observar, acompañar y garantizar que no se vulneren derechos”, informó.

Otro aspecto fue la creación del Programa de Acompañamiento a las Trayectorias (ATR), “compuesto por estudiantes de tercer y cuarto año de los institutos de formación de carreras docentes y afines, a quienes se les asignaron seis estudiantes con vinculación débil, ya sea de nivel primario o secundario, para que sean puente entre el docente y estos alumnos o alumnas”, explicó la funcionaria, también docente de nivel primario.

“No tenemos estudiantes que hayan dejado nuestras escuelas por una situación económica”

Respecto de la crisis económica que la pandemia provocó en varias escuelas de gestión privada de la provincia, con disminución de matrícula, altos índices de morosidad e incluso cierre, Giribaldi consideró que fue una situación que “no se dio en la Región XVII” y agregó que “hubo algunos establecimientos más complicados que otros, pero desde la DIEGEP se buscó la forma de colaborar”.

En cuanto al alumnado, “se acompañó a las familias, sobre todo en el comienzo, cuando estuvimos en fase 1 y algunas actividades estaban suspendidas. Los representantes legales y los equipos directivos entendieron y pusieron una pausa al cobro de aranceles, se acordó y atendió la situación particular de cada familia. No tenemos estudiantes que hayan dejado nuestras escuelas por una situación económica”, explicó.

Asimismo, destacó que “hay cuestiones en las que vamos minuto a minuto, pero no deberíamos tener un significativo traspaso de la escuela de gestión privada a la de gestión estatal. En Chascomús no se va a dar esta situación, si el deseo de las familias es continuar en las escuelas de gestión privada lo van a poder hacer, porque las instituciones acompañaron y van a seguir acompañando”.

En cuanto a la solvencia de las escuelas, “fue posible a través del acceso al programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) y del adelanto por parte de provincia de dinero para afrontar sueldos docentes”, estimó la funcionaria, a la vez que aclaró: “En Chascomús y la región las escuelas son subvencionadas y el salario lo abona la Dirección General de Cultura y Educación. Para las escuelas con docentes fuera de este régimen DIEGEP presentó carpetas solicitando asistencia”.

Conclusiones y balance anual

En otro tramo de la entrevista la funcionaria valoró, una vez más, la tarea docente y manifestó que “se pusieron al hombro toda esta situación”. Además, calificó el año como “de muchísimo aprendizaje” y narró experiencias: “Aprendimos junto a las familias y los estudiantes a dar respuesta a una situación inesperada. Un ejemplo concreto es como todos se apropiaron de la tecnología y trabajaron con las plataformas digitales”.

En tanto, mencionó la participación regional en el programa provincial “Las escuelas hacen”, a través de un proyecto sobre Ley Micaela y su implementación institucional; así como la selección de producciones locales en el concurso literario “Buenos Aires fantástica”, “señal que las escuelas no se cerraron y, si bien hay cosas por mejorar, los docentes trabajaron y los estudiantes aprendieron”, consideró.

“En nuestro caso, la Jefatura Regional incluye Rauch, ciudad que está a más de 300 km. de Chascomús. Mantuvimos reuniones virtuales todas las semanas, lo cual en otro contexto sería imposible, la virtualidad permitió que los siete distritos nos reunamos cada lunes, planifiquemos y decidamos en forma conjunta”, cerró.