Por Dr. Oscar A. Ruiz
INTECH (UNSAM-CONICET)

He seguido con suma atención e incrementales deseos de participar, en la creciente preocupación de los Chascomunenses por actividades concretas que contribuyan a la conservación del medio ambiente y a la creación y adopción de producciones que sean amigables con el mismo. En ese camino, es inevitable el encuentro de distintas perspectivas, ideas, intereses y realidades. Y la única manera de encontrar el mejor consenso, es la política. Bien entendida ella, en su propia definición: “Arte, doctrina o práctica referente al gobierno de los Estados​, promoviendo la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar el poder, según sea necesario para garantizar el bien común en la sociedad”.

También he seguido con beneplácito, la re-jerarquización desde la devaluada Secretaría de Ciencia y Tecnología del 2019 al nuevamente Ministerio de Ciencia y Tecnología (MINCYT) actual. Dicha vuelta a su primera concepción de estructura gubernamental, no se ha limitado a dicha modificación, sino que he visto con real expectativa, una nueva política en función de nuevas convocatorias de subvenciones e ideas que, a mi entender, guardan una más cercana integración con nuestras realidades nacionales. Incluso con aquellas que engloban conceptos dramáticos que atienden a la propia necesidad de promover la seguridad alimentaria de los nacionales. Un ejemplo de ello, la reciente convocatoria del Programa de “Ciencia y Tecnología Argentina contra el Hambre”, la cual se propone sin dejar de lado la enorme y exitosa participación de colegas en el desarrollo y aplicación de novedosas tecnologías en el diagnóstico, la prevención y en la potencial protección de la actual Pandemia.

Y entre las nuevas concepciones de convocatorias, he visto el Programa “IMPACT.AR CIENCIA Y TECNOLOGÍA” –https://www.argentina.gob.ar/ciencia/sact/impaCT.AR-. Este Programa tienen como objeto “promover proyectos de investigación y desarrollo orientados en apoyar a organismos públicos -en todos sus niveles- a encontrar soluciones a desafíos de interés público, que requieran de conocimiento científico o desarrollo tecnológico para su resolución, y así, generar un impacto positivo en el desarrollo local, regional y nacional”. Por ende, se propone “fortalecer el impacto de la ciencia, la tecnología y la innovación en la construcción y aplicación de las políticas públicas”.  En otras palabras, con esta convocatoria el MINCyT busca fortalecer e impulsar uno de sus roles clave: la articulación e impacto en la resolución de desafíos que requieran ciencia y tecnología por parte de organismos del Estado, para contribuir a la planificación del desarrollo local.

Y como verdadera novedad en lo que se venía aplicando hasta el momento, en este caso, son los organismos de gobierno (en nuestro caso la Municipalidad) quienes plantean el DESAFIO de interés público a los científicos y tecnólogos para que piensen en su resolución. No al revés. Solo luego de procesado y admitido dicho desafío, se generarían los proyectos que acompañarían su solución. Analizando la realidad del Partido, evidentemente Chascomús posee una infraestructura privilegiada y diferencial con respecto a nuestros vecinos, siendo sede de muchas y diversas Instituciones que desarrollan Ciencia y Tecnología (INTA, CONICET, UNSAM, UNLP, MDA, etc.). Sobre el particular, sobran referencias propias y de terceros. Y analizando los ejes temáticos y las áreas de trabajo que se proponen, se encuentran rápidamente en (por ejemplo) Ambiente y Desarrollo Sustentable lo siguiente:  Conservación y biodiversidad en el desarrollo local; manejo y uso sustentable de recursos naturales; problemas ambientales complejos; manejo de cuencas y gestión de los recursos hídricos; calidad de agua de consumo; estudios de impacto ambiental; tratamiento de aguas residuales; detección de contaminantes en agua; gestión de Residuos Sólidos Urbanos;  planificación y diseño de espacios verdes.  Pero no se acaba allí la posibilidad de temáticas sobre las cuales se han manifestado con intensidad y frecuencia en los últimos días los Chascomunenses. También podemos encontrar otras, como, por ejemplo: Indicadores de calidad de vida y desarrollo social; inclusión social; gestión de la economía social y solidaria; desarrollo y posicionamiento de líneas productivas; agricultura familiar y sigue la lista. Evidentemente que no pueden incluirse todas, pero si, definida algunos de las prioritarias, inevitablemente estaremos incluyendo ideas, hipótesis, sugerencias, sobre las demás. Por la simple razón que no hay forma de atender “el problema medio ambiental” sin ser holístico. Porque es un todo en su propia concepción, ya que abarca aspectos muy diversos desde la producción hasta la educación, y sin desatender necesarias cuestiones individuales de solidaridad y concepción comunitaria.

En síntesis, el PROGRAMA IMPACTAR requiere consensuar el DESAFIO COMUNITARIO para, luego de ser admitido por el MINCYT, se financien las posibles soluciones. Inicialmente el ministerio ofrece subvenciones de hasta 10.000.000$, monto que podría incrementarse (o dar fundamentos a otros proyectos financiables) si, a resolución del consejo de seguimiento del subsidio, se dan las condiciones de cumplimiento y necesidad para ello. El formulario electrónico “Desafío de interés público” para su presentación pueden obtenerse a través de Internet en la página de PROGRAMA:

https://www.argentina.gob.ar/ciencia/sact/impactar.

Solo me queda consultar: ¿Por qué no intentarlo?