Este martes podrá verse de manera gratuita, en la plataforma Youtube, la película dirigida por Valeria Tucci, “Andrés Carrasco. Ciencia disruptiva”, que narra la historia del reconocido médico argentino especializado en biología molecular y biología del desarrollo, que estudió, aportó pruebas y denunció, hasta su muerte en 2014, los efectos nocivos en la salud del uso de agrotóxicos. Como homenaje cada 16 de Junio, día de su nacimiento, se conmemora el Día de la Ciencia Digna, fecha declarada por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, de la cual Carrasco era docente.
Juan Manuel Villulla, Licenciado en Sociología por la UNLP, Doctor en Historia por la UBA e investigador del CONICET reflexionó para ANTI sobre la figura de Andrés Carrasco y el documental: “como investigador fue un científico de excelencia a nivel mundial. Como decimos los futboleros, `jugaba en primera´ e incluso a nivel internacional. Su compromiso con la verdad científica, saber cómo son las cosas realmente fue lo que lo terminó enfrentando con los intereses dominantes de la producción de agroquímicos, conocidos por lo contrario: sobornar o falsear resultados científicos para legitimar sus intereses económicos. Carrasco, en cambio, se interesó por la verdad, la ciencia fue su camino para conocerla y no perseguía otro interés que ese. No se enriqueció por lo que hizo, más bien todo lo contrario”.
La denuncia de Carrasco, a diferencia de la mayoría de las investigaciones de este tipo, se dio a conocer primero entre los vecinos afectados (Ituzaingó, localidad de la provincia de Córdoba) y medios de comunicación, para después ser discutida en el ámbito académico. Esta situación generó un intenso debate y cuestionó el hecho de que la ciencia esté al servicio de las corporaciones. Villula, oriundo de Chascomús, expresó que “la denuncia que hace Carrasco, muy en minoría, hoy va replicándose por otros estudios y va comprobándose cierta una y otra vez. El glifosato tiene propiedades cancerígenas, tal y como se los usa normalmente en la producción agropecuaria real –en Argentina o Estados Unidos– produce, entre quienes lo manipulan y la población que vive alrededor de los campos aplicados, casos de cáncer. Esto va estando cada vez más fuera de discusión”.
En ese sentido, el investigador local mencionó la importancia de que haya sido Carrasco el promotor de la militancia contra los agrotóxicos, “abrió el camino en Argentina, con todo su peso científico, para que esto pudiera debatirse. Porque si lo planteaba un mero trabajador o maestra rural, incluso un científico o científica principiante, hubiera sido más fácil para los poderes farmacológicos desestimar las denuncias por ser defendidas por personas que supuestamete `no saben´ del tema”.
Carrasco, ex Presidente del CONICET, consideraba que el conocimiento científico tenía que estar al servicio del pueblo y dejó como epitafio una pregunta clave, una ciencia que no es digna, ¿es ciencia? “Creo que ciencia digna es la que se rige, ni más ni menos, que por la voluntad de conocer la verdad. Conocer la verdad es un camino infinito que nunca termina y además la realidad objetiva admite distintas lecturas posibles. Pero la verdad existe y por eso necesitamos conocerla, para saber lo que pasa y transformar esa realidad en el sentido que necesitemos para vivir mejor”, expresa Juan Manuel en la continuidad de la charla con ANTI.
Asimismo, agregó que “ciencia digna es una ciencia que se ajusta a estos principios, que en ese camino tiene un compromiso con las mayorías sociales, no se deja sobornar por las promesas de prestigio académico o financiamiento que se otorga desde el poder a quien es indiferente o hasta cómplice del ocultamiento de la verdad. El periodismo puede ser un ámbito parecido”.
El sociólogo e historiador se refirió también a la posibilidad de alejarse del establishment político y académico para la realización de investigaciones. Al respecto consideró que “es posible y necesario. Habría que ver quién `te tiene en cuenta´. Lo más probable es que no suceda, sino que además ejerzan sobre vos represalias algunos poderes fácticos (evaluadores de artículos científicos, jurados para el financiamiento de proyectos, rectores, políticos, grandes medios, empresas, entre otros). Por el contrario, a partir de aportar conocimientos útiles al mejoramiento de la vida de las mayorías sociales, es posible que quienes pasen a considerarte sean precisamente esas mayorías”.
El periodista Darío Aranda ayudó a Carrasco, desde 2009, a difundir su trabajo y se convirtió con el paso del tiempo en uno de sus más cercanos aliados. Tras el fallecimiento del doctor narró que “en una de sus visitas a la Cátedra Autónoma de Comunicación Social, Andrés contó cómo decidió divulgar su investigación sobre los efectos letales del glifosato: estaba en el sur, pescando, solo, disfrutando la belleza de esa postal natural, sabía que lo que había comprobado era esencial y sintió que el perfecto silencio que lo rodeaba era un grito inmenso. Hacé algo”.
La película estará disponible en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=dVY_AMVJ2PE