Por Santiago Muscarello *

Seguramente habrá muchas voces a favor y otras tantas todo lo contrario…

Indudablemente todos, absolutamente todos en nuestra adolescencia, nos hemos creído inmortales… con derecho absolutamente a todo… hemos sido tan obedientes como rebeldes… pero no hay dudas que cada década han sido absolutamente distintas…

Hoy vivimos una época dónde nuestros hijos se convocan y comunican con sus amigos en segundos… una época dónde un auto tiene casi el mismo sonido, o mejor, que Burbujas, Lennon, La Terraza, Lo de María López, Fantasio, Macoba…

Pensando en lo que viene, hace meses comenté que «ojala me equivoque, pero tendremos el peor verano en años»… y respecto a lo que estamos viviendo los fines de semana no sería oportuno se convoquen ejecutivo, concejales, Cámara de Comercio, empresarios de la noche (con boliches habilitados o con antecedentes cercanos de habilitación) y estudiar la posibilidad de «boliches/fiestas a cielo abierto».

No es preferible que entre todos los que tienen responsabilidad institucional, junto a otros actores, encuentren alternativas a la cantidad de fiestas clandestinas que tenemos a diario en la ciudad.

No es preferible que nuestros jóvenes concurran a «un evento» dónde al menos tengamos un responsable, con baños, con seguridad interna y sobre todo con control policial/municipal.

Dios quiera, quienes tienen diferentes roles de responsabilidad en la comunidad, encuentran alternativas, no solo por la tranquilidad de nosotros como padres, sino por la salud y seguridad de nuestros jóvenes. No podemos esquivar la realidad, nuestros jóvenes, nos guste o no, son rebeldes por esencia, por lo tanto o «los organizamos de alguna forma», o caso contrario se van a descontrolar aún mas. Sin dudas con resultados que nos van a causar mucho pero mucho más dolor.

* Gerente de la ANSES local y ex Secretario de Seguridad Municipal