Arq. Lucio Plorutti Dormal
Linterna Urbana
Colegio de Arquitectos de Chascomús
«La primer minoría es el individuo» – Ayn Rand
Dícese que las sociedades se distinguen por como tratan a los más vulnerables. En la Antigua Esparta, se deshacían de ellos por considerarlos una carga. Son distintos, y donde algo no se ajusta a la norma se suele combatirlo. La Inquisición en la Península Ibérica torturaba y mutilaba a los que no seguían los mandatos, y eran señalados y separados por sus propios pares. Lo mismo ocurrió en la Alemania Nazi.
Pero no todas las sociedades son o siguen siendo bélicas. Y no todos los humanos se alimentan del temor. Donde algunos ven problemas, otros ven oportunidades. Así nace el ingenio y la investigación, para llegar más a menudo a soluciones que siguen evolucionando hacia el porvenir.
Incluso aquellas civilizaciones arcaicas y sus instituciones dogmáticas pueden cambiar para ver en las ciencias herramientas y conocimientos necesarios para la evolución del ser. Una rampa no sólo sirve para una silla de ruedas. También es útil para subir cargas, cochecitos, valijas, etc. Una medida preventiva puede ser, a mediano y largo plazo, una solución socio económica muy importante. Y una sociedad heterogénea puede ser mucho más rica que un sistema social uniformado.
«La variedad hace a la riqueza» puede ser una frase hecha, pero coincide con nuestra geografía nacional y regional. Y así como las especies animales y vegetales exóticas enriquecen a los lugares, las personas con capacidades diferentes enriquecen a las sociedades.
Un autista es genial en su obsesión temática. Un ciego desarrolla un oído privilegiado. Un «down» posee una sensibilidad potenciada. Y un enfermo siempre, siempre enciende una necesidad de auto superación. Son seres en crisis, y bien sabemos todos que lo que no nos mata, nos hace más fuertes. Todos somos distinguidos y diferentes en algo. Debemos pulir nuestro potencial y unirnos para hacer del mundo un planeta mejor.