Leandro Halperin, legislador radical de la Ciudad de Buenos Aires por Evolución aportó una mirada distinta al debate sobre la inseguridad y afirmó que el Estado «no puede devolverle a la sociedad personas dispuestas a matar, cuando entraron a la cárcel solo dispuestos a robar».
En el medio de la convulsión generada por el asesinato del kiosquero de Ramos Mejía, los ecos mediáticos y de campaña son tan poco sorprendentes como indignantes. En ese contexto, quien paró la pelota es un representante de espacio y partido que no es ajeno a la cuestión.
Se trata del abogado y docente de la UBA Leandro Halperin, legislador radical de la Ciudad de Buenos Aires por Evolución, cuyo objetivo, de acuerdo a lo que aparece en sus redes sociales, es luchar “contra la desigualdad”.
En entrevista en el programa De Acá en Más de María O’Donell (Urbana Play 104.3 FM) https://www.youtube.com/watch?v=TF8tyI2nayk, quien fuera director del Programa de Educación en Cárceles de la UBA realizó un análisis distinto al que pregonan los medios de comunicación e incluso la efervescente campaña política, caracterizada respecto de este tema por la indiferencia en el oficialismo y el reclamo de mayor imputabilidad y “mano dura” desde la oposición, ambas miradas condicionadas por las elecciones del domingo.
En ese sentido, «precisamos que la cárcel cumpla su función mejor de lo que la cumple hoy y que no devuelva a la gente peor de lo que ingresa”, aseguró, para lo cual es necesario políticas públicas consensuadas por todo el arco político, sin distinciones partidarias.
Luego, el especialista en prevención del delito y política penitenciaria enfatizó «la cárcel agrava los problemas que viene teóricamente a resolver» e informó «se duplicó la población carcelaria, 145% desde el 2000, sin embargo no estamos más seguros».
En la continuidad del diálogo, Halperin remarcó “la mayoría de los delitos que llevan a la gente a la prisión tienen contenido patrimonial», para luego señalar «hay una baja en la edad considerable de los que entran a prisión; el 70% de las personas en las cárceles lo están por primera vez».
Siguiendo con su crítica, el legislador radical porteño puntualizó que los delincuentes «vienen iguales (a las cárceles) y salen peores. Nos los devuelven dispuestos a matar cuando entraron dispuestos a robar. Estamos haciendo todo mal».
Y después, el abogado y docente añadió: «Fracasamos desde todo punto de vista. Castigamos a los pocos. A esos pocos, además de aplicarle la pena, les aplicamos un daño que la ley prohíbe. El Estado en la cárcel se convierte en delincuente porque hace lo mismo que reprocha».
Finalmente, tras enfocar que «en el sistema penitenciario se ve con claridad el fracaso del Estado», Halperin apuntó «cuando el Estado fracasa surge una alarma colectiva que reclama respuestas urgentes. Si esto es en tiempos electorales, lo que nos devuelve la clase dirigente suele ser placebo. Estos debates suelen llegar cuando el Estado fracasa y no cuando tenemos la posibilidad de darles herramientas para prevenirlas».