Arq. Lucio Plorutti Dormal
La Linterna Urbana
Colegio de Arquitectos de Chascomús
En la música siempre se arranca desde el silencio, y cada intermedio entre notas produce articulaciones e intervalos que, a menudo, suelen tener un efecto muy poderoso por contraposición y contraste. Irónicamente, a veces el silencio es más contundente que toda la orquesta sonando al mismo tiempo. En el Urbanismo sucede lo mismo. Los vacíos en la trama marcan ritmos dentro del tejido urbano produciendo sensaciones impactantes, sobre todo en los recorridos. Pero además, permiten el paso de la luz y el desarrollo de actividades múltiples en su seno, ya sean las mismas de recreación, de protocolo, de circulación, etc. Y es la plaza el vacío urbanístico por excelencia, donde se producen toda clase de encuentros cívicos, fundamentales y necesarios para los habitantes. Y, como en la música, siempre las ciudades arrancan desde éste claro, por más que el mismo sea apenas un camino.
El imperio español dispuso las Leyes de Indias para los poblados coloniales, donde la plaza hacía de punto de partida y generatriz, de organización cívica y de retícula modular. Así, la plaza central organiza a sus frentistas entre el poder político, el religioso, la educación, la salud, las finanzas, y los deportes. Tomada esta idea del Barroco, toda Latinoamérica vio como este modelo se replicó a lo largo del continente. Y a medida que los años y las décadas fueron sumándose a su haber, las plazas fueron cobrando vida propia a través de los diagramas de solados, la vegetación y su maduración en el tiempo, y los elementos que irían levantándose en su interior; ya fueran monumentos, pérgolas, gazebos, mástiles, fuentes, etc. La plaza también tiene períodos de extensión y consolidación; y son vitales para la calidad de vida de las ciudades, siendo la disposición ideal una plaza cada nueve manzanas.
Chascomús tiene su espacio fundacional en la Plaza Independencia, donde hallamos frentistas del tipo institucional, religioso, económico, deportivo, de entretenimiento, y de viviendas. A lo largo del casco histórico aparecen otras, como la Plaza Sarmiento y la Libertad. Cada cual cumple con funciones específicas, relacionadas directamente con las funciones de los edificios lindantes. Algunas son de carácter protocolar, otras contemplativas, y otras más recreativas. La periferia también cuenta con estos vacíos urbanos, algunos de ellos aún no consolidados. Lo cierto es que está alejado nuestro pueblo del ideal en cuanto a espacios verdes públicos; salvándose dichas distancias mediante los parques y bulevares. Tienen cualidades psico-físicas necesarias para optimizar nuestra calidad de vida, y es por ello que son primordiales para la ciudad.