En octubre de 1949, en plena presidencia de Juan Domingo Perón, el concejal radical Chicho Castagnino y su amigo peronista Hugo Plorutti protagonizaron intercambio epistolar motivado por un nacimiento que expuso tanto su amistad como sus diferencias. 

Allá por octubre de 1949, debido al nacimiento de un nieto puntual, se dio un intercambio epistolar entre un radical y su amigo, el abuelo peronista de la criatura, que de alguna manera, más allá de una cuestión familiar, pintó un momento particular en un lugar especial como Chascomús.

En plena presidencia de Juan Domingo Perón, el concejal de la UCR Miguel Ángel Castagnino le dedicó un verso a Hugo Plorutti, que años antes había recibido en Chascomús al general, por entonces secretario de Trabajo y Previsión de la Nación, tanto en el Club Social, donde era presidente, y en su casa. 

Imaginando cómo sería la visita de Cristina Fernández de Kirchner a la institución de la calle Libres del Sur en la actualidad, y rememorando los cuentos del recordado Guito Cazaux, boina blanca que le tocó atender a Perón en la morada de los Plorutti/Cazaux, Chicho, tan poeta como radical, regó de las siguientes líneas la ficha de afiliación a la UCR del recién nacido Poli Fourquet:

MACHO

Igual que en otra ocasión,
pulso la guitarra y canto
para acompañar el llanto
del hermano de Pichón.
Porque ha nacido varón
tendrá mucho que sufrir;
pero aprenderá a reir
y a ser libre como el viento,
porque nació en un momento
que no se ha de repetir.-

Macho dijo la partera
y por eso, como tal,
tendrá que ser radical
aunque el abuelo no quiera.
Porque si hay una manera
de confirmar lo de Macho,
es afiliar al muchacho
en el glorioso Partido
que aún se mantiene erguido
como palo de quebracho.-

En la ficha del afiliado,
que será su biberón,
he volcado este montón
de versos mal hilvanados.
Ellos fueron inspirados
en los principios más rectos
y llevan con mil afectos,
saludos a su mamá,
un abrazo a su papá
y al abuelo mis respetos.-

Y la respuesta peronista del abuelo Hugo Plorutti a la dedicatoria del amigo radical llegó no sin menos chicanas y altura, resaltando obviamente la figura del presidente y de una dama, la primera dama:

CONTESTANCIA
(Al amigo Concejal Don Miguel Angel)

Otra vez con la intención
de su versada se llega,
y con el poncho me pega
a modo de un saludón.
El otro nieto en cuestión
nada tendrá que sufrir,
ya que ha sabido elegir
para llegar a este suelo,
las boras que al Patrio cielo
ha hecho el Señor bendecir.

Macho lindo, así ha de ser,
para que el golpe resista,
macho fuerte y peronista
que a su abuelo ha de querer.
Todo amparo ha de tener
que hoy el gobierno nos dicta,
y en esta tierra infinita
donde todo es promisión,
tendrá a la par de Perón
la Ayuda Social de Evita.

Estando así la cuestión
y de acuerdo con lo dicho,
sin que se ofenda Don Chicho
le devuelvo el “viveron”
pues temo que sea flojón
si de esta teta se prende,
déjelo, que si el aprende
con el sentir del abuelo,
no será de andar en pelo
igual que el otro. Me entiende.

De esta manera, los machos de antes, de un y otro lado de la grieta, seguramente matizada por una sociedad más conservadora que la actual, se escribían cartas para expresar tanto sus diferencias como amistad, celebrando la llegada del fruto de la unión de radicales (los Fourquet así lo eran) y peronistas, que un 7 de mayo de 1990, 32 años atrás, se fue siendo lo que Chicho Castagnino anticipó y su abuelo Hugo Plorutti, no pudo evitar.